Sin duda
alguna que lo acontecido
el pasado sábado
4 de diciembre
en el partido disputado
entre Llaneros y
Unión Magdalena, el cual
terminó con un gol que generó
polémica por la falta de fair play
y significó el ascenso del “Ciclón
Bananero” a la Primera División del
Fútbol Colombiano para
la temporada 2022,
es oportuno repasar el origen
y los hechos
históricos que han estado
inherentes al fútbol
colombiano a lo largo
de su historia.
Para entender todo
lo que ha pasado desde el
origen del fútbol profesional colombiano hasta la
actualidad es importante
reseñar el contexto de Colombia
cuando se disputó el
primer campeonato. Esto
ocurrió en el
año de 1948,
cuando fue asesinado
el líder liberal
Jorge Eliecer Gaitán
en hechos confusos
en el centro
de la ciudad de Bogotá. Para
aquel entonces el
presidente de la
República de Colombia era Mariano
Ospina Pérez. Para este
campeonato fueron inscritos un
total de 163 futbolistas, de
estos 29 eran
extranjeros, provenientes de Argentina,
Chile, Ecuador, Perú y Costa Rica. El
primer gol del campeonato lo convirtió
Rafael Serna el 15 de agosto de 1948, en la victoria 2-0 de
Atlético Municipal 2-0
sobre Universitario de Bogotá.
El primer campeón del fútbol Colombiano fue Independiente Santa Fe bajo la dirección técnica de
Carlos Carrillo Nalda.
Si bien los años
cincuenta, sesenta y
setentas, el fútbol colombiano no registró grandes
sucesos vinculados a
la corrupción a pesar de algunos
problemas administrativos y estructurales de la Dimayor.
Pero en la década del ochenta
y en
buena parte de los años
noventas, el narcotráfico
tuvo una fuerte presencia en
el fútbol colombiano cambiando el orden natural de los
partidos y los campeonatos, a
pesar que los equipos
con mayor historia y
poderío económico fueron los que
mayor provecho le sacaron a este fenómeno
que durante muchos
años ha afectado a los
diferentes sectores de
Colombia.
A continuación vamos
a repasar uno de
los episodios más traumáticos
en la historia del
fútbol colombiano, a punto
que un árbitro fuera
asesinado y eso determinará
la cancelación del campeonato en
el año de 1989,
siendo el único campeonato colombiano
que no ha tenido desenlace.
Este fragmento es tomado del libro
Fútbol. Reflejo de la Sociedad
de Juan Fernando Moreno del año
2017.
“Pero aquel convulsionado y trágico año 1989 para la historia de
Colombia, no pudo haber terminado peor. Y con esto hacemos alusión, al
asesinato del árbitro Álvaro Ortega, el 15 de noviembre. Aquella
noche, este juez central a pesar de estar amenazado de muerte por Pablo
Escobar, impartió justicia en el partido que protagonizaron, Independiente
Medellín y América de Cali, que finalizó
0-0. Tras culminar este partido, Ortega
junto a su equipo arbitral, que era conformado por Orlando Reyes y Jesús Díaz,
se dirigieron al hotel donde se encontraban hospedados. Y en el momento menos
pensado, un automóvil los abordó y de ahí el criminal fue directamente a buscar
a Álvaro Ortega para cumplir su siniestra tarea. “Tras
un primer disparo que alcanzó en la pierna de Ortega, el sicario le disparó hasta nueve veces más para
terminar diciendo a Díaz, "'Chucho', tranquilízate. No nos metas en
problemas con el patrón. No te queremos hacer daño. Díaz acudió en ayuda de
Ortega e intentó trasladarle de inmediato a un hospital. No fue tarea fácil:
ningún coche paraba, un taxi se negó a hacerlo por la sangre de la víctima e
incluso un viandante que fue a ayudarles aprovechó la ocasión para robarle la
cartera a Ortega ”.
Siguiendo con la historia
de corrupción y de hechos
anómalos en el
fútbol colombiano de primera
división nos trasladamos al
campeonato de 1996-1997. En la definición del descenso
se presentaron hechos sospechosos
en el partido
Millonarios vs Unicosta, del
cual dependió Deportivo Pereira
quien enfrentó de local a Once Caldas de Manizales. El “Embajador”
perdió 2-3 ante Unicosta, mientras que el “Grande Matecaña” sucumbió 0-1. Siempre se hablo que el equipo barranquillero tuvo un incentivo
económico para ganar ese
juego que le permitió salvar la categoría en aquel momento. Y en ese mismo torneo en el cuadrangular semifinal correspondiente
al Grupo B para la
última jornada, Atlético Bucaramanga llegaba
con 10 puntos
para enfrentar a
Junior de Barranquilla de
visitante, mientras que Millonarios recibía a Cortuluá
en el Estadio El Campín con el
mismo puntaje del equipo bumangués,
pero con una diferencia de gol
inferior a la
de los dirigidos por Carlos Mario
Hoyos. El “Leopardo” ganó 0-4, con 3
penales sancionado por el juez central John Jairo Toro, mientras
que el
“Albiazul”, goleó 4-1
al equipo del “Corazón del Valle”. Atlético
Bucaramanga fue el finalista
del torneo adecuación, venciendo
en la final a Deportes Quindío; y en la
gran final de la temporada fue subcampeón ante América de Cali.
Y en cuanto a lo concerniente a
la 1B del
fútbol colombiano, un hecho que
tuvo similitud con lo vivido
en el cierre
del cuadrangular semifinal de
Torneo BetPlay fue el
vivido en la Copa Premier de
2004. Para aquel
momento el Grupo B de
la instancia semifinal estaba conformado por Real Cartagena,
Valledupar, Cúcuta Deportivo y Alianza Petrolera. En la última fecha, el 27 de
noviembre tanto Cúcuta Deportivo como Real Cartagena tenían
7 puntos y una diferencia de
gol de 0.
El equipo “Motilón” en
condición de local
venció 3-1 a
Alianza Petrolera, mientras
que el equipo “Heroico”
goleó a Valledupar 0-5,
con 4 goles en
el lapso de cinco minutos. El
Real Cartagena fue el ascendido en dicha
temporada venciendo en la final a Deportivo Antioquia. Y
no podemos finalizar el repaso
por los hechos fraudulentos en la
Segunda División del fútbol
Colombiano, en aquellos cuadrangulares de ascenso
realizados en 2015 en Bogotá, con el objetivo de aumentar
en 20 los equipos participantes. Cortuluá ganó
el Grupo B con 5
puntos, mientras que el
hecho de suspicacia
se produjo en el
Grupo A, específicamente con el
Cúcuta Deportivo, que en
la última fecha empató
3-3 ante Deportes Quindío en el Estadio Metropolitano de Techo, con un
gol con
la mano del paraguayo
de Marcos Antonio Lezaga. Tanto
el “Rojinegro”como el “Cuyabro”
finalizaron con 7 puntos, pero
los dirigidos por Alberto Suárez acumularon una diferencia
de gol de +5, por una diferencia
de +2
del Deportes Quindío.
Todo esto
relatado en este documento nos hace reflexionar
que el fútbol colombiano es el
reflejo de nuestra sociedad,
la cual siempre ha
vivido en medio de la corrupción y
en la carencia de valores.
Y muchos podrán pensar que la
corrupción que está en el fútbol
y en cualquier escenario
que haga relación a la
cotidianidad del colombiano, no siempre estará implícita por un
acuerdo o soborno económico, la deshonestidad también se determina por la
falta de
compromiso o la
ausencia de la ética
en el momento correspondiente de acuerdo
a la responsabilidad adquirida.