martes, 30 de mayo de 2017

Violencia en el fútbol. Responsabilidades equivocadas

Un nuevo hecho de violencia protagonizado a mitad de la semana pasada por las barras bravas del Deportivo Cali y América de Cali, en el marco de un partido pendiente por  la cuarta fecha de la fase de grupos de la Copa Águila, hizo prender de nuevo las alarmas  de este engorroso tema, que durante muchos años ha causado grandes daños y perjuicios para la sociedad colombiana.  Y que a uno como periodista y observador del fútbol, parece que no hay intención de los directivos del fútbol y del Estado colombiano por tomar medidas drásticas a corto plazo. 








Aparte  de la justificada sanción a estos dos equipos en mención,  con relación a una multa económica y a una  en cuanto a la prohibición de asistencia de hinchas, tres serán por la Copa Águila y  dos por la Liga Águila; se presentó una incoherente medida, donde se castigó a los medios de comunicación. Atribuyendo,  que  los hinchas belicosos no merecían ver los partido de Cali vs Millonarios y de  Atlético Bucaramanga vs América de Cali, por  una  conducta reprochable de algunos aficionados que en términos reales son delincuentes. 

Del anterior panorama, surge un hecho relacionado con la libertad de expresión por los diferentes medios de comunicación.  Esto demuestra que ante el afán de imponer una sanción ejemplar con efectos inmediatos en la sociedad, se generó una enorme equivocación porque se confundieron las responsabilidades de los hechos ocurridos.  De cuándo acá, los medios informativo tienen la culpa por  los actos ocasionados por la masa enfurecida e irresponsable, cuyo objetivo es causar malestar en el entorno social ?. 




 Si se quiere erradicar la violencia  y la imagen repudiable por las barras de fútbol, la formula tiene que estar enfocada  en la individualización y  respectiva judicialización de la persona que cometió un determinado delito.  Muchas veces pensamos que los actos violentos en el contextos futbolístico, hacen parte de una burbuja que está muy lejana a la dinámica de la sociedad actual.  

Pero es evidente que las conductas belicosas e inapropiadas en el ambiente futbolístico, tienen su génesis en la descomposición de la sociedad  y en la relación directa  que existe  entre el individuo  con cada uno de los ámbitos  que integran el sistema de un municipio o una ciudad que a su vez hacen parte de la nación.  





Lo fundamental para que esta difícil situación, que se ha vivido durante muchos años por falta de compromiso de la Dimayor, de los diferentes equipos de fútbol, de las autoridades locales, de las alcaldías y del Estado Nacional; se requiere que aparezcan las personas que entiendan que el impacto social y el bienestar general de una sociedad están por encima de los interés políticos y económicos de un ser humano o de un determinado grupo. 


La violencia en el fútbol no es ajena a la realidad social del país. Por eso el Fútbol es el Reflejo de la Sociedad. 

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