sábado, 26 de octubre de 2019

Cuentos de Fútbol. Independiente Santa Fe Los años en que Santa Fe eludió el descenso



Tras vender a su goleador del momento y dar tumbos en la dirección deportiva, a principios de los 90 Santa Fe cayó al fondo de la tabla y debió luchar por la permanencia de categoría.




En las temporadas 1993 y 1994, Independiente Santa Fe desempeñó dos paupérrimas campañas que lo llevaron al fondo de la tabla, en medio de un desorden administrativo que dejó secuelas por muchos años y que en ese momento lo llevaron a disputar la permanencia en primera división.



En esa época había un solo descenso directo, que se definía por el puntaje total del año o reclasificación, y sólo se otorgaban dos puntos por partido ganado.
En el campeonato de 1993, Santa Fe llegó a la penúltima fecha con tres puntos más que el Cúcuta Deportivo, candidato al descenso. Con una victoria 3-0, el León aseguró su permanencia y le dejó el tema a motilones y pijaos. En la última fecha sacó un 0-0 en visita al Nacional en un partido de trámite, mientras que Cúcuta se quedó en primera por sumar más partidos ganados que Tolima. Así quedó la parte baja de la tabla ese año:

13. Santa Fe 40 pts.

14. Quindío 38

15. Cúcuta 36; 12 PG

16. Tolima 36; 11 PG


Al año siguiente, faltando tres fechas para acabar la fase regular del torneo, Santa Fe completaba cuatro derrotas consecutivas y el riesgo de caer a segunda seguía latente. Con seis puntos de diferencia, recibió al colero Bucaramanga en El Campín. Con un empate 1-1 ratificó su permanencia de categoría.
Al final, y pese a los triunfos en las últimas fechas, el Leopardo se despidió de categoría, mientras que el Expreso Rojo completó el calendario con derrotas ante América y Envigado.
Así quedó la tabla:
13. Pereira 39 pts.; -9 GD

14. Santa Fe 39; -14

15. Cortuluá 38; -14

16. Bucaramanga 38; -17
Expreso descarrillado
Las irregulares campañas de 1993 y 1994 fueron reflejo, según algunos analistas deportivos, del desorden administrativo que afrontaba Santa Fe.
“Este fracaso deportivo tiene nombre propio: César Villegas. Hoy el equipo no vale nada y usted tiene una deuda con los miles de seguidores de Santa Fe. Un equipo de fútbol no es un negocio cualquiera, es una institución de una ciudad”, juzgaron desde la redacción deportiva del diario El Tiempo.
“En lugar de reforzar al club con futbolistas de alta envergadura, se salió del mayor estandarte como era Adolfo El Tren Valencia”, cuestionó, a su vez, Víctor Rosas.
Otro factor señalado para la irregularidad de esas temporadas fue la de la inestabilidad en la dirección técnica, pues tuvo cinco entrenadores en tres años, con un promedio de siete meses por cada uno. Pasaron por el banquillo cardenal Héctor Javier Céspedes, Jorge Luis Pinto, Roberto Perfumo, Arturo Boyacá y William Morales.
Pasaron los años y el primer campeón no volvió a estar en esa situación. Además, se modificó el sistema del descenso en varias oportunidades, pues pasó de ser directo a ser por “promedio” o acumulado de los últimos tres años. También se amplió el número de equipos de primera división, pasando de 16 a 18, primero, y de 18 a 20, después, con dos ascensos y descensos por año.



Desde entonces, Santa Fe ha ocupado en dos ocasiones el último lugar: en el 2007-2 y el 2019-1. Con el bajo rendimiento en la temporada 2019, se reedita una eventual lucha por la permanencia en la temporada 2020, pues, de mantenerse el formato, el puntaje lo ubica al fondo de dicha tabla, aunque tiene aún por delante tres torneos para reaccionar.



Con aquel periodo de los años 90 se repiten factores como haber vendido a su goleador (el Tren Valencia entonces, Wilson Morelo ahora) sin un reemplazo de categoría, transiciones en la dirigencia del club e inestabilidad en la dirección técnica, pues en los últimos dos años han pasado por el banco santafereño Gregorio Pérez, Agustín Julio, Guillermo Sanguinetti, Gerardo Bedoya, Patricio Camps y Harold Rivera.


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