A la
hora de recordar los
jugadores habilidosos y
talentosos en
el fútbol colombiano,
sin duda alguna
que tenemos que
mencionar a Albeiro
Usurriaga, quien fuera
asesinado el 11
de febrero de
2004. El “Palomo” era
aquel futbolista que
cualquier equipo en
el mundo le
gustaría tener, por
su inventiva y
elegancia dentro del
terreno de juego.
Pero su lunar o punto débil estaba
en su cabeza,
en la manera
díscola en comportarse
tanto en una
concentración de fútbol
como fuera de esta.
Usurriaga nació
el 13 de
junio de 1966,
en el barrio
12 de octubre
de la
ciudad de Cali, en
medio de la pobreza y
las complicaciones que
han rodeado a
la mayoría de
los futbolistas colombianos. El
apodo de “Palomo”, se
lo pusieron luego
de ser figura
en uno de sus
primeros
encuentros en condición
de profesional. A
sus 20 años
debutó en la
Liga Colombiana, con
el América de
Cali, teniendo el
privilegio que Ricardo
el “Tigre” Gareca le
regalara un par
de guayos.
Antes de
jugar en Atlético
Nacional, militó en
Deportes Tolima y
Cúcuta Deportivo, mostrando
destellos de talento
y alegría dentro
del terreno de
juego. Pero su
consolidación como un
jugador desequilibrante, se empezó a
vislumbrar con Atlético
Nacional en 1989.
En la obtención
de la Copa
Libertadores de Atlético
Nacional en el
año referenciado anteriormente, Usurriaga
convirtió un total
de 7 goles, y
5 de estos
fueron ante Danubio
de Uruguay en
la fase semifinal.
Y como
no hablar del
paso del “Palomo”, con
la Selección Colombia.
Este se produjo
para la eliminatoria a
Italia 1990, donde fue titular en 4
juegos y en 2
fue suplente. Pero
su gran actuación
fue ante Israel,
en el partido
de ida de
la serie de
repechaje, el 15
de octubre de
1989, convirtiendo el
gol que a
la postre le
dio la clasificación a
Colombia al Mundial
de Italia 1990.
Para tristeza y frustración de
este delantero colombiano,
no fue convocado
por Francisco Maturana
para la cita
mundialista. Todo indica
que fue por
motivos de indisciplina. Existió
una versión, que
Usurriaga le robó
una cadena de
oro a René
Higuita. Pero Diego
Barragán y Miguel
“Niche” Guerrero desmintieron estas
acusaciones.
En su
regreso al América
de Cali, se reencontró con
Francisco “Pacho” Maturana en
el año de
1992, dando la
vuelta olímpica por octava
ocasión ante el
Deportivo Cali, ganando
el partido 3-1.
Esta brillante actuación
le permitió ir
a jugar a Independiente de
Avellaneda entre 1994
y 1995.
Y fue
ahí, en el “Rojo
de Avellaneda”, donde
se vio la
mejor versión de
Albeiro Usurriaga, porque
aparte de marcar
goles claves fue
uno de los
líderes del equipo
dirigido por Miguel
Ángel Brindisi. Aquí
una de las
frases que declaró
este técnico argentino
sobre el “Palomo”. “´Usurriaga
lo que hizo aquí
en
Argentina, fue dentro
del terreno de
juego únicamente”. En
su trasegar
por este club
argentino, el “Palomó” ganó
el Torneo Clausura
de 1994, la
Supercopa Sudamericana 1994
y la Recopa Sudamericana 1995.
Una de
sus grandes anécdotas
con Independiente de Avellaneda, fue
el sello con
su firma que utilizaba para
suplir los autógrafos,
con el objetivo
de ahorrarse el
trabajo de firmar
una por una
las camisetas u
hojas por parte
de cada hincha.
Pero a pesar
de estas genialidades, el “Palomo”
Usurriaga fue asesinado
el 11 de
febrero de 2004 por
ajuste de cuentas
personales.
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